Los turistas deben pensar como traders de futuros
Comprar un boleto de avión se ha convertido en una forma de invertir en opciones.
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La necesidad es la madre de la invención, dicen, y la pandemia ha visto a las automotrices reinventarse, mientras los fabricantes de ventiladores y las casas de moda fabrican gel desinfectante para manos. Ahora el Covid-19 está convirtiendo a los posibles turistas en especuladores financieros. Puede que no lo hayas pensado de ti mismo si recientemente consideraste reservar unas vacaciones en Europa. Pero de hecho, lo eres.
Las aerolíneas han estado ocupadas ofreciendo ofertas a precios reducidos para tratar de hacer que los clientes piensen más allá de unas vacaciones en casa. EasyJet está promocionando 1 millón de asientos desde el Reino Unido a Europa por menos de 30 libras. Sin embargo, como sabes intuitivamente, esta no es una ganga de vacaciones que te llevará a una playa en el sur de Europa este verano (boreal).
Para las aerolíneas, es un préstamo sin garantías ni intereses y, a mediados de mayo, habían recibido cerca de US$ 35 mil millones de ellos. Para los clientes, en tanto, es una opción sobre la posibilidad de que visiten el Algarve. O tal vez no. Hay tantos riesgos involucrados. ¿Se permitirá a las personas o querrán viajar si hay una segunda ola de infecciones? ¿Tendrán que ponerse en cuarentena a su regreso, de acuerdo con la última regla del Reino Unido, que podría acabar con su industria aeronáutica de 22 mil millones de libras al año? ¿Ese boleto barato tiene algún valor real, de todos modos? En resumen, utilizando la jerga del mercado, ¿existe una posibilidad real de que su opción de vacaciones se convierta en dinero en agosto?
¿Win-win?
Una respuesta positiva no sólo ayudaría a garantizar la viabilidad de los viajes aéreos. Podría ayudar a las economías post Covid-19 de países como España, donde el turismo vale casi US$ 200 mil millones al año, cerca del 13% del PIB.
Las aerolíneas han reconocido los riesgos involucrados. Muchos han flexibilizado sus términos y condiciones para que las compras de boletos no se detengan. Esa es también la razón por la que están ofreciendo vouchers en lugar de reembolsos si se cancelan los vuelos. Necesitan el efectivo.
Sin embargo, muchos posibles compradores siguen desconfiando. En parte, eso se debe a que todavía se consideran a sí mismos como veraneantes y ven los vouchers como sustitutos de efectivo poco fiables de compañías que están al límite.
Es mejor, en cambio, que veamos estos vouchers como una inversión financiera a pequeña escala en nuestras vacaciones futuras. Si ese cambio ocurriera, podría marcar una diferencia real para todo el negocio y sus clientes. Pero las aerolíneas también necesitan cambiar su propia mentalidad. Para seguir recibiendo el dinero de los clientes, deben flexibilizar aún más los riesgos que los pasajeros asumen cuando compran un boleto. Los que han recibido ayuda estatal, como Lufthansa, se lo deben a los contribuyentes.
Renunciar a los costos administrativos de cambio de reserva si el boleto se reprograma 14 días antes de la salida, u ofrecer vouchers a valor nominal para vuelos o reembolsos si se cancelan, no es suficiente. Sólo convierte un boleto de vuelo en un contrato de futuros de alto riesgo, ya que los pasajeros podrían tener que pagar más por vuelos futuros y compensar la diferencia.
Lo que los pasajeros quieren son garantías de que los precios ofrecidos hoy se mantendrán si necesitan volver a reservar o si se cancelan los vuelos. Dichas garantías podrían atraer un flujo de caja significativo para las aerolíneas en su hora más desesperada.
Las aerolíneas inteligentes considerarán adaptar sus términos y condiciones en esa dirección. Incluso podrían introducir nuevas ofertas, como certificados de descuento. Estos lo ofrecen otras empresas, como los restaurantes, para permitir que los clientes leales compren comida a precio reducido hoy que pueden canjear mañana. Algo similar por parte de las aerolíneas es lo mínimo a lo que los pasajeros tienen derecho a medida que se convierten en inversionistas de facto de estas empresas.